Gully español

portada
gay mundo
americas
mundo
arte
english
nosotros
suscríbete
correo
archivo

El Vacilón de la Mañana ha sido una espina en el costado de la comunidad gay y sus aliados desde hace casi una década.


Presencia de La Mega en el Desfile del Orgullo del Bronx, 2001, en Nueva York. Sally Sasso

EE.UU.

La radio en español: ¿escuela de intolerancia?

por Ana Simo

31 AGOSTO 2001. El Vacilón de la Mañana, el programa que ha convertido a la radioemisora hispana WKSQ-FM en una de las más escuchadas de Nueva York de 6 a 10 de la mañana, el horario más cotizado por los anunciantes, ha sido una espina en el costado de la comunidad gay y sus aliados desde hace casi una década.

Desde hace años, los activistas vienen denunciando a El Vacilón por utilizar a las lesbianas y los hombres gay latinos como blanco de sátiras denigrantes. Otros chivos expiatorios favoritos de ese programa radial son los afroamericanos y los latinos de piel oscura, los judíos y los inmigrantes asiáticos (en especial indios, pakistaníes y bangladeshis).

En 1994, una coalición de tres grupos locales de lesbianas, Las Buenas Amigas, African Ancestral Lesbians United for Societal Change y The Lesbian Avengers, llevó a cabo durante cuatro meses una vigorosa campaña de protesta contra El Vacilón, la WKSQ-FM (que se promueve como La Mega y Mega 97.9) y su empresa matriz, el Spanish Broadcasting System (SBS).

SBS reaccionó ante las protestas comunitarias invocando la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que garantiza el derecho a la libre expresión, y haciendo caso omiso de solicitudes reiteradas de que se reuniera con integrantes de la coalición para discutir el problema. Mientras tanto, en varias emisiones de El Vacilón se denigraba a las activistas.

Sin embargo, a raíz de las protestas, la radioemisora transmitió su primer anuncio de servicio público sobre el SIDA y desaparecieron de El Vacilón, o se moderaron de tono, algunos de los personajes y rutinas satíricas que la coalición consideraba ofensivas. Esto sólo duró cierto tiempo, al cabo del cual el programa volvió a las andadas. Los anuncios educativos sobre el SIDA han continuado hasta la actualidad y hace poco la radioemisora ganó el reconocimiento de la oficina federal de protección del medio ambiente por una campaña de concientización pública sobre los peligros del envenamiento con arsénico.

De buenas intenciones está empedrado...
La designación de los animadores de El Vacilón, Luis Jiménez y Moonshine, como "grandes mariscales" del Desfile del Orgullo del Bronx, que se llevó a cabo el pasado 21 de julio en ese distrito municipal neoyorquino, desencadenó una nueva serie de protestas, éstas vez por parte de un amplio grupo de activistas gays, en su mayoría latinos. (Esta escritora apoyó la protesta reciente y la de 1994).

Los animadores del programa han respondido a las críticas diciendo, sencillamente, que no son homofóbicos porque "nosotros hacemos chistes aquí de todo el mundo" y no sólo de la gente gay. "Hacemos chistes de los hindúes, hacemos chistes de los afroamericanos, hacemos chistes de los latinos en general", dijo Jiménez en el programa el 20 de julio, tratando de refutar a sus críticos gay. "Como lo hacemos sin intención de ofender, yo creo que lo podemos seguir haciendo", agregó. "No tenemos que disculparnos porque uno se disculpa cuando hizo algo malo, o cuando hubo mala intención detrás de algo," dijo.

Otros defensores del programa señalan al show de Howard Stern, en la estación rival K-Rock (WXRK-FM), que desde hace diez años es el #1 de la programación radial mañanera. Si Howard Stern existe y los Estados Unidos "blancos" de habla inglesa no se han desplomado, ¿por qué armar tanto jaleo con El Vacilón?, se preguntan. ¿Qué diferencia hay?

Una diferencia importante es que la radio en inglés, por muy homogeneizada comercialmente que esté, sigue siendo tanto gigantesca como fragmentada. Si a uno no le gusta Howard, uno puede sintonizar muchísimos otros tipos de estaciones: universitarias, clásicas, de música "country", de "hip hop", de jazz, de música popular comercial, la NPR (la cadena nacional no comercial), etc. En inglés, hay de todo. En cambio, los radioescuchas en español de Nueva York que quieran escapar de El Vacilón no tienen otra alternativa que "Se formó la bulla", un clón de El Vacilón en la estación rival WCAA-FM, o las baladas almibaradas de la WPAT-FM, una estación que es también propiedad del SBS, o las noticias y consejos de salud en la WADO-AM.

Aculturación negativa
Otra diferencia es que Howard Stern se dirige a un público predominantemente de hombres blancos hartos de un cuarto de siglo de lo "correcto políticamente", o sea, de las trabas a su hegemonía impuestas por el surgimiento de unos Estados Unidos multiculturales que incluyen cada vez más a las mujeres, las minorías, los inmigrantes, los gay. Los oyentes de Howard estarán super hartos, pero saben que han perdido, que los cambios son irreversibles y que lo único que pueden hacer es desahogarse símbolicamente con su locuaz anti-héroe.

El Vacilón y muchos de sus oyentes, por su parte, parecen habitar un mundo pre-derechos civiles y pre-multicultural. El programa no es reacción irónica ante estos cambios, sino validación pública de prejuicios tradicionales, como si nada hubiese pasado, o cambiado, en estos últimos 30 años. El idioma español lo protege de toda confrontación saludable con la realidad (como, por ejemplo, el hecho de que los valores xenofóbicos que propaga no van a ayudar a sus oyentes a avanzar en una sociedad como ésta, donde sus compañeros de trabajo, vecinos, jefes o clientes, quizás sean coreanos o jamaiquinos, lesbianas, judíos, afroamericanos o paquistaníes).

El impacto de un programa radial como El Vacilón, que llega a decenas de miles de hispanoparlantes con una dieta continua de intolerancia, no es nada desdeñable. En espacial, el impacto en aquéllos inmigrantes latinoamericanos recientes que han tenido poco o ningún contacto previo con las ideas progresistas sobre raza, género e identidad sexual, con esos movimientos del siglo XX que han moldeado la sociedad en la que vivimos en la actualidad.

En vez de fomentar los valores positivos que los inmigrantes traen consigo (talento, energía, ganas de trabajar duro, creatividad, solidaridad y tanto más), programas como El Vacilón de la Mañana refuerzan y a veces amplían las variaciones nacionales de la intolerancia que cada cual trae consigo de su país de origen.

Para tener una idea de la eficacia del adoctrinamiento cultural de El Vacilón de Nueva York basta con leer los comentarios de algunos de sus radioescuchas que se publican en la página Web del programa, patrocinada por la Armada de los Estados Unidos y MasterCard. Ejemplo típico es un mensaje enviado el 1º de agosto por María, de Queens, que le comenta a los animadores del programa: "Nuestro jefe es un judío desgraciadísimo". El 2 de agosto, refiriéndose a Carolina Cadillo, la reportera metereológica del programa, blanco tradicional de chistes misóginos, un oyente (presuntamente) varón le escribe al animador Luis Jiménez: "Esa cosa tan fea ni con la p-i-n-g-a tuya o de Moon se lo meto yo esa india es fea diablos... Esa nariz de ella diablos necesita surgeria (sic)"

Mega Mercado
Pese a su menú aún limitado, la radio y la televisión en español están floreciendo en los Estados Unidos, donde la población hispana, que ya llega a los 35,3 millones y sigue creciendo, está a punto de sobrepasar a la afroamericana como el grupo minoritario más grande. El español es en la actualidad el idioma principal de más del 10 por ciento de la población de los Estados Unidos y de más del 30 por ciento de los residentes de la zona metropolitana de Nueva York. Hay 600 estaciones de radio en español en el país, con 15 millones de radioescuchas, de los cuales más de 4 millones están en Los Ángeles.

SBS, la empresa de radio en español que es dueña de El Vacilón de la Mañana, es la segunda en importancia en los Estados Unidos. Posee y maneja 24 radioemisoras (pronto serán 26) en ocho de los diez principales mercados hispanos de los Estados Unidos: Nueva York, Los Ángeles, Miami, Chicago, San Francisco, San Antonio, Dallas y Puerto Rico. También mantiene LaMusica.com, un sitio web bilingüe (español/inglés) sobre música latina y espectáculos.

La empresa la fundó el padre de Raúl Alarcón, hijo, su actual presidente, un exiliado cubano que compró su primera estación radial en los Estados Unidos en 1983. SBS fue propiedad privada de la familia Alarcón hasta 1999, en que empezó a ofrecer acciones a la venta pública. La oferta pública inicial de acciones, que recaudó $501 millones, fue la segunda en importancia de la historia para una empresa radial estadounidense. Los Alarcón todavía controlan la empresa. Según la revista Hispanic Business, el 46 por ciento de las acciones del SBS están en manos de su presidente, Raúl Alarcón, hijo, cuya fortuna neta personal asciende a unos $729 millones. La empresa tiene su sede en Miami.

La estrategia empresarial del SBS es lograr que El Vacilón neoyorquino destrone al show de Howard Stern como el programa radial #1 en el horario mañanero, el más lucrativo en la radio. Sin embargo, a diferencia del show de Howard Stern, El Vacilón de la Mañana es más un formato creado por la gerencia de la empresa que un producto de las lenguas incisivas de los animadores. El SBS, que es dueño del título del programa, transmite en la actualidad tres El Vacilón de la Mañana, producidos localmente en sus estaciones de Nueva York, Miami y Puerto Rico, respectivamente. A juzgar por una decisión reciente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés), los tres El Vacilón parece que venden un producto ideológico parecido.

El 9 de mayo, la FCC le impuso a la estación de radio WCOM-FM una multa de $16,800 por transmitir "material indecente" en la versión de Puerto Rico de El Vacilón. Uno de los segmentos que la FCC encontró indecentes fue un presunto parte meterológico sobre un huracán denominado "Mama Mi Palo", que el locutor describió como "un huracán de dos piernas con dos bolas negras de nubes" y unas nalgas que "agarran a todos los maricones que se encuentran por la calle". Acto seguido, el locutor le advirtió a los homosexuales que no salieran de sus casas.

Para Candidate Ferrer, Bronx Pride, and Mega Bigotry (en inglés solamente)

Enlaces:

Para las reveladoras reacciones de los radioescuchas a El Vacilón de Nueva York. Sencillamente cliquée en "View Guestbook."

Para las transcripciones de la FCC (traducidas al inglés) de las emisiones de El Vacilón de Puerto Rico multadas por indecencia (ve hacia el final del documento). Las citas en cursiva al final de este artículo son traducciones al español de la traducción de la FCC al inglés. The Gully está tratando de obtener el original en español de la FCC.

Y para la orden de la FCC multando a la estación, 9 de mayo de 2001.

Para la explosión demográfica hispana y la prensa en español (en inglés solamente): "Demographics drive the Latino media story," Christian Science Monitor, 21 de junio de 2001.

Nosotros | Correo | Portada
© The Gully, 2001. All rights reserved.