Gully español

portada
gay mundo
americas
mundo
arte
english
nosotros
suscríbete
correo
archivo

"Las personas homosexuales y las personas VIH positivas no son personas extranjeras: somos colombianos, somos hermanos, somos hijos, somos padres, somos familia".

También en The Gully

Presidente ataca a gays
El Presidente Batlle de Uruguay se despacha contra los gays para probarle al mundo que no es homo.


Celebración del orgullo gay, Bogotá, 2000.

Colombia

Homofobia: gran amiga del SIDA

8 MARZO 2001. El prestigioso diario El Tiempo de Bogotá, uno de los principales de Colombia, publicó el 6 de marzo un artículo en el que se decía que había despertado "pánico" en la ciudad de Cartagena "la posibilidad de un contagio masivo con el virus del sida" esparcido por "Carlos, un peluquero" homosexual. El cuento se le atribuía al médico Heraclio Díaz López, jefe del programa local contra el VIH. Una versión menos alarmista (sin el imaginario "pánico") pero igualmente crédula de este cuento había aparecido el día anterior en el diario El Universal de Cartagena. Como en la era de la Internet nada es secreto, el imaginario "pánico" cartagenero de El Tiempo se regó por todas partes del mundo en pocos segundos, provocando reacciones críticas como esta carta de Andrés Duque, fundador de COLEGA, la Colombian Lesbian and Gay Association de Nueva York:

Mesa Editorial de El Tiempo
Bogotá, Colombia
6 marzo 2001

Señores editores:

Considerando que El Tiempo ha estado a la vanguardia en el reportaje del impacto del SIDA en Colombia, fue bastante desilusionante leer un artículo tan homofóbico, tan falsamente alarmante y tan mal investigado como "Homosexual habría infectado a 200 personas. Pánico por contagio de SIDA" (El Tiempo, martes 6 de marzo del 2001).

Aparentemente, el Dr. Heraclio Díaz López, jefe del programa de VIH del Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) de Cartagena, afirma que uno de sus pacientes homosexuales, que falleció en febrero por causas relacionadas al SIDA, pudo haber contagiado a por lo menos 200 jóvenes cartageneros, aún sabiendo que estaba infectado con el VIH. El Dr. Díaz dice haber escuchado tal confesión en el lecho de muerte del paciente, el cual, según él, dijo "con una frialdad increíble, que lo suyo era una venganza".

Lastimosamente, el paciente "Carlos", cuyo anonimato es protegido por el reportero de El Tiempo, ya no está con nosotros para responder a semejantes acusaciones. Tampoco están otras personas que son culpadas por el Dr. Díaz de propagar el virus, tales como "una mona (rubia) muy bonita que se acostó con varios muchachos y después desapareció" (según palabras propias del Dr. Díaz) o "un travesti que pagaba a los muchachos del barrio Las Américas para que se acostaran con él", que también se dice haber fallecido.

Como hombre homosexual, la descripción de "Carlos" como "peluquero" al que "le gustaba conquistar" a los jóvenes de su barrio no me parece nada más que la eterna descripción estereotípica de un hombre homosexual, ajena a la realidad cotidiana. Es importante notar que el Dr. Díaz también tilda a la persona travesti de seductora de menores. La tal "mona (rubia) muy bonita" que infectó a varios hombres y después desapareció me parece más un cuento de miedo sobre las posibilidades de infección entre hombres heterosexuales. Lo cierto es que en todas estas alegaciones no hay una sola evidencia de que estos hechos hubieran ocurrido, excepto por los comentarios del Dr. Díaz. Yo pregunto: ¿Dónde están los datos específicos que apoyan estos hechos?

Otras inquietudes me surgen al leer el artículo:

band played on No hay ninguna mención de que los jóvenes cartageneros puedan ser homosexuales (noten que la culpa de la transmisión del SIDA en Colombia se la dan a un turista italiano, lo que me recuerda al Paciente Cero del libro "Y la banda siguió tocando" de Randy Shilts, un auxiliar de vuelo masculino canadiense que fue acusado de traer la enfermedad a los Estados Unidos, teoría que después fue desmentida). Las personas homosexuales y las personas VIH positivas no son personas extranjeras: somos colombianos, somos hermanos, somos hijos, somos padres, somos familia.

De 131 casos de infección reportados por el Dadis de Cartagena, el Dr. Díaz dice que 21 de ellos (11 que recibieron el examen después de fallecer el "peluquero" y 10 que lo recibieron después de desaparecer "la mona muy bonita"), o sea, el 16% , son a causa de personas vengativas. En vez de culpar a los homosexuales y los travestis, ¿se ha tomado el Dr. Díaz el tiempo para evaluar cuántas infecciones son causadas por fallas en los programas de prevención? ¿Por actitudes homofóbicas de parte de los expertos médicos que se supone estan previniendo y tratando esta enfermedad? ¿Por simple falta de información?

El Dr. Díaz dice que las personas seropositivas deben dejar de tener una vida sexual. Me sorprende que el Dr. Díaz, como médico, no esté enterado de que el solo hecho de ser seropositivo no le quita la humanidad a una persona y que, tal como todos nosotros, esas personas tienen todo el derecho de seguir disfrutando de una vida sexual sana. Hay maneras de disfrutar el sexo entre parejas heterosexuales u homosexuales que, con las debidas precauciones, evitan la transmisión del virus, aún si una persona o ambas personas en la pareja son seropositivas.

Finalmente, lo que mas me impactó del artículo fue el hecho de que el Dr. Díaz y el director del Dadis de Cartagena, el Dr. Cristian Ayola, que parece apoyar estas calumnias, se supone que sean los expertos que prestan servicios de prevención y tratamiento del SIDA a la comunidad cartagenera. Si su política es culpar a otros de propagar la infección dentro de la comunidad sin entender que el SIDA es problema de TODA la comunidad, incluyéndolos a ambos, no me parece que estén capacitados para estos servicios.

salud para todosSi las personas que van al Dadis a buscar servicios para tratamiento y prevención del SIDA se encuentran con este tipo de calumnias y tratamientos de parte de los proveedores de servicios, no me sorprende que un foro comunitario organizado por esa entidad solo atrajo a 10 personas. Y si hay penas de cárcel de hasta 40 años para personas que pueden ser acusadas de infectar a otra persona premeditadamente, tampoco sorprende que las personas VIH positivas en Colombia sigan prefiriendo esconderse en vez de tratar de obtener tratamiento cuando más lo necesitan.

Sinceramente,

Andrés Duque
Fundador, Colombian Lesbian and Gay Association (COLEGA)
Nueva York

Esta carta fue ligeramente editada para su publicación en The Gully.

Enlaces:

Para el artículo, "Homosexual habría infectado a 200 personas. Pánico por contagio de sida", en El Tiempo de Bogotá.

Para "Homosexual contagia a 47 personas de SIDA", en El Universal de Cartagena.

Nosotros | Correo | Portada
© The Gully, 2001. All rights reserved.